Kicillof inauguró obras en Quilmes y Hurlingham dispuesto a bajar tensiones con La Cámpora
Es busca de bajar los decibeles de la interna que lo enfrentan al diputado nacional y titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezo este miércoles sendos actos en los municipios de Quilmes y Hurlingham, ambos en poder de La Cámpora.Durante la mañana, en el municipio del sur bonaerense que comanda Mayra Mendoza, el mandatario provincial hizo entrega de 320 escrituras sociales para vecinos de Bernal, Ezpeleta, San Francisco Solano, Quilmes Oeste y Wilde.Luego y en el marco del programa “Mi Provincia Recicla”, entregó 3 camiones al municipio y con posterioridad, y tras más de 30 años de espera de la comunidad educativa, dejó inaugurado el nuevo edificio del Instituto de Formación Docente y Técnica (ISFDyT) Nº 83, ubicado en San Francisco de Solano.En ese contexto, Kicillof, quien estuvo acompañado por el director general de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni; la intendenta Mendoza; el director del establecimiento, Claudio Morales; y la inspectora regional, Claudia Ciarlantini, destacó la importancia de la inauguración, la que aseguró se produce “en un momento muy difícil para todos”, lo que dijo, “es consecuencia de un Gobierno nacional que ha paralizado las obras en todo el país”.“Este es el edificio escolar número 220 que sumamos en la provincia de Buenos Aires: hay que estar aquí para entender que, cuando se cortan presupuestos para la educación, se están cortando trayectorias, esperanzas, sueños y futuro”, señaló el mandatario bonaerense.En otro tramo y obvia alusión al presidente Javier Milei, aunque sin nombrarlo, expresó que “cuando con mucha crueldad e ignorancia hablan de dinamitar al Estado, deberían comprender que el Estado es este instituto, sus docentes y sus estudiantes”.Por último, Kicillof, quien recibió un trato distante de la jefa comunal camporista, subrayó: “Se suele decir que es difícil construir y muy fácil luego destruir”, y agregó; “hoy les decimos que si quieren destruir al sistema educativo también les va a costar bastante: vamos a llenar la plaza el 23 de abril para demostrar que la educación y la universidad pública no se venden, se defienden”.El desembarco del Gobernador en territorio quilmeño, se produjo en el marco de la fuerte interna que por estas horas atraviesa al peronismo, y donde su figura viene cosechando apoyos a favor de un liderazgo que lo termine de empoderar de cara a 2027.Fueron varios los dirigentes del PJ provincial que apuntaron contra las metodologías aplicadas en los últimos años por Máximo, La Cámpora y la propia Cristina Fernández de Kirchner, a quien le comienzan a cuestionar su estilo de conducción, aunque no su influencia hacía el interior de ese espacio.Por la tarde, Kicillof se trasladó hasta el municipio de Hurlingham, que encabeza Damián Selci, otro de los intendentes que responde a la organización que lidera Máximo Kirchner, donde inauguró el Centro de Salud Mental Juvenil.En la ocasión, Axel, quien estuvo acompañado por el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, y su par de Infraestructura, Gabriel Katopodis, volvió a diferenciar su gestión de la del Gobierno nacional, al afirmar que “hay derechos que nosotros consideramos básicos y esenciales” como “la salud, la educación y otros derechos que tienen que ver con el ambiente y la salud mental”, los que para que se tengan en cuenta “tienen que haber inversiones como estás”.“Estamos en épocas donde no solo hay un negacionismo en relación a los derechos humanos y los 30 mil desaparecidos en la Argentina”, sino también uno vinculado “con la necesidad”.En ese sentido, dijo que sectores inmensos de la población no pueden acceder a través del mercado o de las cuotas de los privados a la salud o la educación, a los que se les tiene que garantizar que “tengan igual la garantía de que van a poder acceder a ellos”.“Yo recién decía negacionismo y me dan ganas de decir terraplanismo, en relación a estas ideas de que no hace falta Estado”, subrayó el Gobernador, quien agregó que “hoy pareciera que estamos saludando estos ladrillos y ventanas”, pero lo cierto es “que estamos haciendo y diciendo algo mucho más importante; que el Estado tiene que estar y hacer la obra pública, la que tiene que estar destinada al pueblo”.Luego recordó que en el territorio bonaerense hay “mil obras paradas a poquito de terminar y otras muchas con financiamiento internacional” por lo que nada de ello “tiene que ver ni con el déficit, ni la emisión. Es una decisión política de que no haya Estado, fundada en la idea” de que este no hace falta y que todo “lo va a resolver el mercado.“El mercado ofrece y abastece al que tiene los recursos, el dinero o determinada condición económica y social”, esgrimió Axel, quien acto seguido agregó que “lamentablemente no solo en Argentina” sino que en América Latina, en Estados Unidos y en Europa, “hay grandes problemas para el acceso a la salud y más todavía a la salud mental”.“Acá hay justicia social, acceso para todos”, agregó Kicillof quien consideró que esas discusiones se pensaba que no había que darlas porque ya estaban resueltas, pero eso no es así.Finalmente, el Gobernador dijo que sabe “que falta un montón”, por lo que instó a seguir invirtiendo, fortaleciendo y apostando a que el Estado pueda dar respuestas “para que nadie se quede afuera”:“Nos venden que el mercado es la solución y la panacea para los problemas”, pero este solamente incluye a una ínfima minoría” y argumentó que cuando este “no llega porque no da rentabilidad” entonces “nosotros reconocemos que si hay una necesidad, nace un derecho”, y concluyó diciendo: “Yo entiendo lo de la libertad, pero sin igualdad, la libertad es un verso”.
